lunes, 24 de noviembre de 2008

Nieve temprana

Este fin de semana regresé a Bruselas.
La cubría ese manto denso de nubes, casi siempre presente. Debajo es una sombra, un espacio gris en el que se zambulle el avión. El descenso es rápido, inapelable, desde ese cielo donde siempre está el sol hacia la gris realidad de abajo.
Las diferencias son enormes. En el sur se quejan del frío bajo el sol, aquí tenemos aguanieve, cielos cargados.
Nevó todo el fin de semana, pero el frío no es suficiente para que la nieve se quede.
La reeplaza rápidamente un barro helado.

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