sábado, 30 de junio de 2007

La máquina de hacer pan

En mi familia, en general, a todos les gusta cocinar, salvo algunas excepciones, como es el caso de mi hermana.
A mí también se me da muy bien cocinar y de paso que decir que me encanta comer pan. La última Navidad mi hermano me había recomendado estas máquinas de hacer pan, y hace unos días, hablando con un amigo me confesó que era superfeliz con la suya.
Y con tanta recomendación, la máquina para hacer pan pasó a un plano prioritario en mi cabeza, a convertirse en el electrodoméstico más imprescindible de la casa... una máquina de hacer pan propia, con el pan recién hecho para desayunar, almorzar, merendar y cenar. Maravilloso.
Hice mi primera prueba a los 10 minutos de comprarla.
Harina con 9 cereales, aceite de oliva, pepas de calabaza y de girasol. Solo lleva unas 3 horas convertir 500 gr de harina en 750 gr de pan, pero huele tan rico!
Terminado el proceso, todo huele a levadura.
El resultado? mi propia ansiedad panificada.
Voy a tener que seguir intentándolo e intentándolo y haciendo benchmarking con mi hermano y mi amigo, ese que es feliz con los electrodomésticos.

El sabor de la victoria : )

Oooéééééé, oé oé oé
Oooéééééé, ooéééééé

Parece que este es mi año en el Lokeren De Dam Sport Club.

Hoy, sábado 30 de junio de 2007, gané por primera vez jugando al badminton!!!
21-17,
21-11
Obviamente di la vuelta olímpica alrededor de la cancha a cada victoria! :) (no me importa decir que jugamos unos seis o siete matches)

miércoles, 27 de junio de 2007

lunes, 25 de junio de 2007

Bizcochitos de grasa en Budapest

Esta mañana estoy desde las 9:00 en una reunión de trabajo en Budapest con socios internacionales trabajando para un proyecto. Llega la pausa, galletitas saladas y dulces, zumo de naranja, cafecito. Un sabor familiar, muy familiar que no termino de reconocer...
SI?
SÍ!
BIZCOCHITOS DE GRASA!
No los de Don Satur, sino los de la panadería… guau!
Es la primera vez que pruebo algo parecido fuera de Argentina, ayer me sorprendí y atraganté con el pan con chicharrones, hoy con los bizcochitos. Les llaman Pogácsa (pogácha) A algunos les ponen una cubierta de queso rallado que se gratina. De muerte!
Para que contaros que durante la reunión, mientras todos hablaban, aparté el plato y elegantemente me los comí todos.

domingo, 24 de junio de 2007

Paseo por Budapest

A veces cuando duermo la siesta me despierto con el cuerpo pegado a la cama, como si toda fuerza lo hubiera abandonado. Como esta tarde, por ejemplo, después del recorrido por la puszta. Por suerte la noche es fresca y dan ganas de salir y caminar. Vamos hasta el río, el Danubio, que divide la ciudad en dos partes, Buda y Pest. Está oscureciendo y el cielo tiene colores de salmón. Se encienden las luces de los monumentos. Desde el puente vemos el Parlamento, el famoso puente de las cadenas, lo que llaman el castillo real, las barcas de turistas.
Caminamos hasta la ópera, en la esquina del teatro está el bar Callas, como el Petit Colón en Buenos Aires pero más bonito, como el Café de la Paix en París, pero con más espacio. Bebimos cerveza belga bajo los árboles y las estrellas que no se veían.

En el campo pero en Hungría.

Domingo, 33º C, son las siete de la mañana. Ola de calor en Europa y también aquí.
Nos vamos hacia el sur, en una camioneta con poco aire acondicionado.
Visitamos una granja orgánica y museo en la puszta seca. (Conocí la puszta húmeda el año pasado cuando tuve que ir a Debrecen y todavía no tenía blog).
Comimos chorizo, queso, moscas y vino.
Llegó un grupo de belgas en un carro y les sacaban fotos a los perros de la casa, a los árboles, a las gallinas en el corral. Me parecía surrealista, no sé si por los efectos del vino o del sol o de los belgas. Una curiosa costumbre, la camioneta en la que nos transportaban siempre la estacionaron al sol.


Cada vez que teníamos que subir era un poco como enfrentarse a la puerta del horno y afrontar una cremación temprana.
De allí a un show de caballos con unos hombres en típicos trajes azules, chasqueando los látigos y haciendo algunas pruebas con los caballos. Cada vez que pasaban al galope, la tribuna se llenaba de polvo, bajo el sol, entre los tábanos.
De allí nos llevaron a comer, a un típico restaurante. Tres sopas: goulash, ragou y una sopa fría de cerezas y yogurt que pensé que era el postre, pero no. Sorpresa, un pan de chicharrones pero con otro nombre. Después llegó la comida: lechón, pollo relleno, pescado frito, verduras rebosadas, todo muy liviano. Ya estábamos en los 37º C a la sombra. Por mis súplicas felizmente estacionaron la camioneta a la sombra. Las moscas nos atacaron durante la comida y discutieron su estrategia en la mesa. Después nos enseñaron un lugar protegido, con casa típicas originales, de los primeros habitantes de la Puszta seca. Volvimos al hotel a eso de las 7 de la tarde. La temperatura había bajado a 33ºC. Me desmayé sobre la cama por una hora.

viernes, 22 de junio de 2007

mañana Budapest

Mañana voy a Budapest.
Estos últimos meses me ha tocado una segudilla de viajes que me hacen acordar a Gasalla (¿seguirá vivo?) cuando hacia de la madre del "Rulo" y se llevaba a todos los de la casilla a Japón, Singapur o Estocolmo y decía: - Síganme! No los voy a defraudar! y - Nelly, traduzca!
En fin, no tendré niguna Nelly o similar que me traduzca del húngaro. Lo bueno es que quizás mañana por la tarde pueda pasear y ver un poco antes de que comiencen las actividades el domingo.
Tanto viajar, como decía Nacha, me tiene harto!!! Yo extraño quedarme en casa, regar las plantas, no hacer nada, dormir la siesta, ordenar un placard, todas esas cosas que se pueden hacer cuando estas en casa.
Creo que mejor dejo el comentario en este punto porque los recuerdos que se van colando me ponen un poco más nostálgico todavía.

domingo, 17 de junio de 2007

Canelloni... emulando a La Juvenil :-P

Y sí, me moría de ganas de comer unos canelones de crepe como los de la Juvenil. Los de aquí son un asco, los hacen con la pasta precocida, ok, pero los rellenos son terroríficamente industriales, con carne o algo así picado, con una bolognesa infame que sabe igual en cualquier lugar... en fin. No importa si es verdura, carne o ricotta, todo tiene el mismo sabor, la misma textura.
Prometí a F hacerle probar lasagnas y canelones de la Juvenil cuando visitemos Buenas Aires, pero mientras tanto preparé la primera edición de canelones argentinos hechos en casa en Bruselas (la primera vez que los hago desde que me fui de Argentina, hace 5 años). F y Sh los aprobaron. La pregunta fue: ¿por qué cocinando tan bien tenemos que comer afuera?
Lo más curioso fue hacer las crepes con cocina eléctrica, pero fue una tontería.
Lo más complicado fue hacer los dos rellenos diferentes, las dos salsas y las crepes, me pasé la tarde cocinando... ¡vaya que inspiración o mejor, que ganas de comer!
Aquí unas fotos: la primera el tímido comiezo con las crepes, la segunda: ya mucho más canchero me animo con las crepes, la salsa de tomate y la salsa blanca todo junto. La tercera: resultado final despues de darme cuenta que no tenia una fuente cuadrada y tuve que usar la tartera... parece una pizza, ¿no?

viernes, 15 de junio de 2007

de regreso en bruselas

Lo que más me gusta de llegar a casa:
- quitarme los zapatos y caminar descalzo
- sentir la madera en los pies
- sentir el frío del mármol en los pies
- ver las pocas cosas que me son familiares
- oler el olor de mi casa
- preparar los primeros mates después de varios días
- regar las plantas mientras me cebo esos primeros mates

Lo que menos me gusta:
- deshacer la maleta
- lavar la ropa

miércoles, 13 de junio de 2007

Renovacion de residencia N+1

Y finalmente lo logré.
Me entregarán la tarjeta de residencia renovada dentro de 40 días.
Cuando me la den, la validez será de solo 1 año. Lo normal son 2 años, pero me llevó casi uno completar el trámite. Lo inicié los primeros días de junio de 2006 y después de 3 intentos fallidos de ir a la comisaría y hacer la cola durante horas y horas y horas bajo sol, lluvia, frio calor, me siento todo un héroe.
Pensaba contarles los sórdido pormenores de estos trámites de extranjería y la frustración que producen, pero creo que no tendría sentido. ¿verdad?

Como sentirse miserable pero chic

Reservé una habitación en Rooms Deluxe, en la avenida del Instituto Obrero 20 en la ciudad de Valencia a través de la página web del hotel. http://www.roomsdeluxe.com/index_es.html
Una mala experiencia.
Me pidieron mis datos personales, mi tarjeta de crédito y me enviaron un correo para confirmar la reserva. Hasta aquí todo bien, todo dentro de lo previsto. Cuando llegué me informaron que debía pagar las 4 noches en efectivo y por adelantado. Como no suelo llevar 280 euros en la cartera sugerí que usaran mi tarjeta de crédito. Me asignaron una habitación tematizada, la 112, “you are leaving the american sector” reza la puerta. Y qué sorpresa! Pagué 70 euros por noche pero
- La habitación no tenía armario
- Tampoco tenía perchas para colgar la ropa
- Tampoco tenía tele
- Tampoco tenía teléfono
- Había una mesa donde poder hacer cosas con el portátil
- Pero no había silla para esa mesa
- La habitación no tenía papelera ni cubo
- Dejé los periódicos antiguos y las botellas de agua vacías en el suelo junto a la puerta para que lo tiren. Lo apilaron todo de forma muy mona
- Dejé toallas en el suelo para que las cambiasen, las volvieron a colgar en el rack
- En cuatro días no cambiaron las toallas
- Cuando todavía faltaba una noche me pidieron que pagara la cuenta antes de desayunar
- El cuarto de baño está higiénicamente empapelado con viejos periódicos alemanes de la época de la guerra fría.
- Los empleados son muy “cool” pero poco amables

La habitación parece una instalación de un artista amateur, muy amateur recreando algo indefinido de la posguerra. Diseño sí, pero muy mala calidad y poco funcional. Los muebles están dispuestos de forma tal que me golpeaba con la lámpara o las estanterías al menos dos veces al día. Todavía me pregunto cómo habrán hecho para conseguir la habilitación municipal.
El desayuno... también un poco decepcionante. Los electrodomésticos son maravillosos (tostadora, cafetera, etc.) pero la calidad de la comida mala y escasa: nada más que pan blanco de molde para tostar, queso, un sucedáneo de jamon york, margarina y mermelada que decía ser de melocotón. Zumo de naranja de esos que producen acidez estomacal. Corn flakes.
¿Fruta? No. ¿Pan integral? Tampoco. ¿Yoghurt? No

Por cierto, si tenéis alguna dificultad en desplazaros, ni lo penséis. Han ganado el campeonato de inaccesibilidad chic. Pero bueno, tienen wifi.
La explicación del gerente: "-Bueno, esto es un hostal..." Un hostal por 70 euros.
Resumiendo: Solo recomendable para aquellos masoquistas design a los que les gusta pagar mucho por muy poco.

martes, 5 de junio de 2007

Nostalgia es mi color

Manhattan: un cielo prohibido de sol.
¿Qué hago andando por esta ciudad?,habitante de mi soledad en Nueva York.
Nostalgia es mi color y siempre seré solamente un, un sudamericano más.
Me falta un rostro que allá se quedó, el sabor de mi lengua natal, esas charlas sin principio ni final.
Porque las cosas me sobran, me falta la raíz, la canción que me devuelva allí, al país que late en mí desde que nací.

Nostalgia es mi color y siempre seré solamente un, un sudamericano más.
Extraño la voz y el color y el olor, de esa patria que he dejado atrás con su modo barullero y fraternal.
Y yo qué hago ajeno a todo lo que yo soy, lejos de mi Sudamérica, de su lucha y su pasión y de su color.

domingo, 3 de junio de 2007

Estudiando sin mate : (

Tengo que estudiar. Un toco. Si todo va bien ya les explicaré para qué fue.
Para no distraerme en casa me interné en el Flandes profundo en casa de F. Ninguna otra cosa que hacer que estudiar. F se fue a correr. Yo estoy estudiando, es mañana de domingo. No me traje el mate.
Sí, hay café, pero convengamos que no es lo mismo. Ni el café, ni el jugo de pomelo o la coca cola. Domingo por la mañana estudiando con qué? Con mate, obviamente.
Creo que tengo sindrome de abstinencia matera, pero mejor me concentro y estudio que me falta un montón aún.