sábado, 26 de abril de 2008

Liubliana, con vista a los alpes

Nunca antes había estado en Eslovenia. Llegué de noche a Liubliana, el vuelo demorado, el hotel en un bosque cerca de la carretera, la noche sin luna.

No mucho para ver.
La mañana siguiente fue de reuniones y lluvia al caer la tarde.
Salir de esas desconcertantes estructuras protosoviéticas, hoy recicladas en centros de congresos, no poder orientarte en la ciudad a la que acabas de llegar, que llueva horas sin parar, vestir traje y llevar un maletín con portátil, no tener paraguas y no saber dónde o cómo coger un taxi son situaciones que, si son simultáneas, puede llegar a estresarte y mucho.
Pero bien, a pesar de este comienzo desolador, al día siguiente me encontré con una ciudad bellísima, pequeña, elegante. Preciosas calles antiguas y barrocas se funden con una arquitectura modernista allí donde el terremoto de 1895 hirió a la ciudad. Un río que la atraviesa, terrazas que invitan a tomar café, los magníficos tres puentes, las iglesias, un castillo en lo alto de la colina y una vista panorámica de los Alpes nevados que te sorprende en las esquinas.
Visitar Liubliana puede llevar poco tiempo, pero disfrutarla sin prisas sería lo ideal.

domingo, 20 de abril de 2008

Hulst, una ciudad que abre los domingos

La ciudad de Hulst queda en Holanda, muy cerca de la frontera con Bélgica.
No hay ningún cartel que lo anuncie. Simplemente te das cuenta que has llegado a Holanda porque los árboles son todos de la misma altura y se prolongan en líneas perfectas. El paisaje es perfecto, diseñado por arquitectos modernos copiando la escuela flamenca.
Hulst tiene forma de estrella, una ciudad defensiva, fortificada, que fue sitiada muchas veces. Tiene restos de muralla y el foso que la rodea con patos y algunos puentes.
En la calle principal los comercios abren también los domingos, de 14:00 a 18:00 y muchos belgas van a hacer allí sus compras. Los flamencos tienen la convicción que las cosas allí son más baratas que en Bégica. A decir verdad, yo no noté la diferencia, pero a mediodía las calles se llenan de gente que entra y sale frenéticamente de las tiendas. Por suerte llegamos en la mañana y era un día soleado, que nos permitió desayunar en una terraza al sol, visitar un poco la ciudad e ir hasta el mar que allí es puerto.


sábado, 19 de abril de 2008

Bádminton y cervezas

Decidimos organizar un sábado de bádminton con los amigos.
Amigos de los que descubrimos que no jugaban hace tiempo, o que nunca habían jugado o que bien tenían pocos ánimos deportivos. Tengo que cuidar a los niños de mi prima, tengo que hacer la compra, ya me comprometí a ayudar al cuñado de mi hermana con su mudanza. Y es que nos hacemos mayores, nos da pereza, muchas razones se esgrimieron para no participar en el torneo que no fue, jugamos por diversión simplemente.


La convocatoria de mayor éxito fue la del bar, dos horas más tarde, a la que se sumaron muchos más para compartir una cervecita.

martes, 15 de abril de 2008

Budapest, otra vez pero con lluvia

Otra vez Budapest, esta vez para participar en un seminario.
Una ciudad que cada día está más bonita.
Viajar tantas veces a una ciudad por poco tiempo y con personas diferentes hace que los recuerdos se superpongan y empieces a recuperar imágenes a jirones de las experiencias pasadas.
Es vertiginoso, pero creo que se debe a la velocidad de la vida moderna, puro consumismo sin tiempo a asimilar lo que está sucediendo. Las cosas pasan cada vez más deprisa.
Y entonces, cuando caminas por la calles con gente diferente sabes a donde ir, te orientas, sabes que hay un cafe a la vuelta de esa esquina o un lugar con encanto donde para a beber una cerveza, pero no sabes muy bien de dónde te viene ese conocimiento. Estuviste otra veces, con otras personas, por unas horas.
Son flashbacks igualitos a los de las películas.

domingo, 6 de abril de 2008

El espiritu de Flandes

Este es un spot del peródico "Het Nieuwsblad" que pasan en la tele y en la web sobre de Ronde van Vlaanderen o el Tour de Flandes, una carrera de ciclismo que se hace todos los años en la parte norte de Bélgica, como el famoso Tour de France.
Cuando ví este spot en la tele, me quedé asombrado, porque condensa todo lo que uno podría decir sobre los habitantes de Flandes, el pueblo flamenco. Echádle un vistazo para daros una idea de mis fines de semana en Lokeren. : )