Hace un tiempo que no escribo, pero estas últimas semanas fueron especialmente agitadas en todos los planos, pero especialmente en el sentimental.
Claro que resulta normal cuando vienen amigos desde tan lejos a los que no ves desde hace años.
Claro que resulta normal cuando vienen amigos desde tan lejos a los que no ves desde hace años.

En fin, que idos los amigos me llegó un nuevo compañero de departamento, un joven italiano de Milán que resultó malinterpretar todo y declararse homófobo al segundo día. Lo que ocasionó un lío.
El italiano duró solo unas horas después de la declaración de hostilidades y tuve que buscar nuevamente. No fue dificil, pero volver a empezar ya me suena familiar. Es mi karma.