
Y como había que ir medio disfrazado, hice esta calabaza y entré con esta cosa encendida en la mano.
Además de perder el miedo al ridículo, me sentí como una reencarnación adolescente de Freddy Krugger... A mi edad.
Además de perder el miedo al ridículo, me sentí como una reencarnación adolescente de Freddy Krugger... A mi edad.