jueves, 19 de julio de 2007

Con la familia

La abuela cumplió muchos muchos años. Está perfecta para su edad y se preocupa porque se olvida de algunas cosas. Esta abuela, la materna, fue quien nos crió a los tres mientras mi madre trabajaba. Siempre recuerdo cuando llevaba a mi hermana recién nacida todos los días al hospital donde trabajaba mi madre para que la amamantara. Tomaba el autobús nº 79, de color celeste y rojo. Para que tomara la teta viajaba todas las mañanas 45 minutos para llegar hasta Lomas de Zamora y otros 45 minutos para volver a casa bajo el sol o la lluvia.
Tuve posibilidad de viajar a España para pasar unos días con ella, con mis hermanos y sus familias. Un chapuzón de familia que fue una verdadera alegría. Cuando estamos lejos se extraña tanto como la luz, la comida o el sol. Y es algo que creo que no sabemos apreciar cuando los tenemos demasiado cerca porque la línea entre la sobredosis familiar y el síndrome de abstinencia familiera es demasiado delgada.

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