El fontanero se llama Leonardo, aunque debería rebautizarlo Freddy K.
Recién me doy cuenta que las baldosas de mármol del baño no sólo estaban sucias por los trabajos, sino que además están carcomidas por alguna sustancia y arañadas.
El el brillo del pulido ha desaparecido. El pulido también.
De repente recuerdo que Freddy K limpió las cañerías de agua caliente para remover la cal y el oxido con alguna suerte de ácido. Seguramente lo hizo sin proteger el piso y habrá derramado un poco. La superficie del mármol ahora es gris y rugosa y tiene unos arañazos profundos que debe haberlos hecho con el garfio derecho.
Ommmmmm.
Me mantengo calmo aunque quisiera matarlo.
Lo llamo para preguntarle que ha pasado y me dice
–Es increíble! – como si yo me lo estuviera inventando.
Me sube la presión y ya que estamos controlo casualmente la de la caldera.
Está en 4 bares, lo máximo que soporta el aparato, la aguja al tope de las marcas rojas.
Apago la caldera. Ya no se puede usar.
El arreglo fue breve e inútil y me cagó las baldosas del baño.