Es invierno aquí, pero brilla el sol y aunque el paisaje se vea un poco amarronado y las vides no tengan hojas, las vistas de las colinas son maravillosas. Sólo un poco de imaginación para saber que la primavera y el otoño deben ser gloriosos en estas colinas.
Una de las propiedades es de una familia italo-venezolana que decidió volver a los orígenes y mantener la finca a la muerte del padre.
La familia es muy acogedora y la historia increíble.
Y es para recomendarlo.
1 comentario:
hola, bueno recien veo el mail, luego con tiempo leo todo, un besote
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