
Uno de tantos, muchos: besitos, bienvenidas, corsis, deseos de buenos viajes, osis y asuntos varios.
Estaban guardados junto a algunas fotos muy antiguas del casamiento de mi madre, de mis abuelas cuando eran jóvenes, de mis hermanos.
Y de repente, este domingo salieron a la luz todos los pedacitos de mensajes, increiblemente guardados, obstinados en recordar, como los papelitos que tiramos en la cancha con emoción futbolera, llenos de pedacitos de recuerdos.
Y así, como esos mismos papelitos que tiramos con emoción, siguieron su curso de papelitos ni más ni menos, de felicidades de papel, tan frágiles, de pedacitos de recuerdos que ya nadie lee. Bajaron a la tierra y fueron recogidos y metidos cuidadosamente en el cubo de la basura.
1 comentario:
Si..pero que tiraste?...yo creo que en mis cajas del deposito en Argentina..tendre que hacer los mismo.
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