Sint Truiden: la consagración de la primavera en 37km

Quizás sea el cambio climático, no lo sé, pero en los últimos meses no ha hecho frio en Bélgica y apenas llueve.
Anoche estábamos cenando en una terraza en Dendermonde, en mangas de camisa. Cuando nos trajeron en café, nos lo sirvieron con unos huevitos de chocolate. F me dijo: es la primera vez que como huevos de pascua en camisa. : )
Hoy el día fue espectacularmente soleado y nos fuimos a Sint Truiden, a unos 60 km de Bruselas, a andar en bicicleta. F tenía una ruta trazada en un mapa, un circuito por los alrededores de St. Truiden de unos 40 km.
Lo más bonito es que para ir de una población a la otra, teníamos que ir por las plantaciones de la zona. St. Truiden es que es una pequeña ciudad y la región vive de la producción de fruta, sobre todo de cerezas. También manzanas y peras. Y con tanto calor y tanta luz, todos los frutales estaban llenos de flores, abarrotados, las ramas tiesas de blanco. Era increible, todo olía a primavera (vale, aunque a veces olía a abono) las copas de los árboles habían cambiado de color, parecía nieve al sol. No me cansaba de mirar.

Hice algunas fotos, pero se me acabó la batería de la cámara enseguida. Así que no me quedó más remedio que mirar, mirar y mirar para poder contarlo lo mejor posible.

De los 40 km del circuito, nos perdimos un par de veces y tuvimos que volver para atrás, lo que suma un poco más, pero también cogimos algún que otro atajo, lo que resta distancia, asi que más o menos habremos andado unos 37 km. F tenía un mapa que mostraba la dirección en que teníamos que ir, y unas instrucciones que no siempre se ajustaban al mapa. Estaba muy desconcertado el nórdico, jejeje, finalmente propuse seguir el trazado del mapa y así llegamos a buen destino.