domingo, 7 de enero de 2007

PAN!C

Panic, qué historia!
Compré este libro en alguno de los aeropuertos por los que pasé durante los dos últimos meses del 2006. No recuerdo en cuál. Sólo recuerdo que tenía un viaje por delante y nada a mano para leer y me gustó esta portada sangrienta bajo la crítica de Michael Connelly "A ride down the roaring rapids... a hell of a page-turner" que no sé si en español tenemos una frase similar.
La cuestión es que la historia es plana pero plana plana. Sí hay tensión, y la intriga se desenvuelve como unas cajas chinas en las que el protagonista, un incipiente director de cine documental, de veintipocos años se entera que ma y pa son ex kgb, captados por la CIA pero trabajando clandestinamente por cuenta propia para el negocio de espionaje familiar que llevan con el tío malo y su hijo, el primito psicópata.
Nada peor que encontrarte a tu madre muerta en la cocina y enterarte que ya no eres hijo de Mitchel y Mary sino de Dimitri y Bronislava...
En fin, que en esta novela nada es lo que parece, y todo cambia de signo como en las mejores secuencias de aquella serie televisiva que se llamaba Nikita (en honor a la película). Todos traicionan y defraudan, excepto los malos malísimos tío y primo que serán malos malísimos durante toda la historia y la chica enamorada que es buena siempre. Sí, sí. También hay tiempo suficiente en 4 días de clandestinidad, entre las balas y las bombas para que nazca un romance de esos de toda la vida.
En fin, que para leerlo y disfrutarlo hay que poner la mente en blanco y volver a los 20, cero sutileza, y mucha mucha explicación: el producto de una máquina de embutir novelas, de fácil, muy fácil, lectura, ideal para viajes largos, larguísimos y tediosos alternándolo con la revista de sudokus. Eso sí, siempre que no seamos suceptibles a que nuestra cabeza sea tratada como un gran espacio vacío.

No hay comentarios: